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LA COMUNIDAD INDÍGENA “CHAMÍ” DE PUEBLO RICO Y MISTRATÓ.
PROYECTO DE DELIMITACIÓN DE UN ÁREA DE RESERVA
Escrito con ENRIQUE SÁNCHEZ GUTIÉRREZ para el Incora, 1975
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LOCALIZACIÓN
La zona de estudio se encuentra localizada al noroeste del departamento de Risaralda, sobre las estribaciones de la vertiente occidental de la cordillera Occidental, en los municipios de Mistrató y Pueblo Rico.
La población indígena se encuentra asentada principalmente en el terreno comprendido entre las cabeceras del río San Juan, que nace en el cerro Bocató (Nudo de San Fernando) y corre en dirección suroeste, y uno de sus afluentes, el río Ágüita. Enmarcan la región, como límites naturales, los ríos San Juan, Ágüita y Mistrató y las escarpadas cimas de la vertiente occidental en las llamadas cordillera de Curripí, Memémbora, el cerro de Parando y en nudo de San Fernando.
La población indígena se halla distribuida en ambas márgenes de los ríos San Juan y Ágüita y a lo largo de sus afluentes, principalmente las quebradas Anquima, Currumay, Inamur y Embordó.
GEOLOGÍA
Esta región de la cordillera Occidental corresponde a formaciones geológicas de la era Secundaria, en la que predominan rocas mesozoicas sedimentarias y metamórficas del llamado grupo Dagua. El cretáceo de la cordillera presenta en el departamento pruebas de volcanismo submarino y, en el terciario, derrame de lavas y extrusiones de bombas y cenizas volcánicas.
HIDROGRAFÍA
La hoya hidrográfica dominante en la región de estudio es la del río San Juan, que colecta en su recorrido las aguas de la vertiente occidental de la cordillera. El río recorre en el departamento de Risaralda unos 50 kilómetros y su hoya hidrográfica cubre aproximadamente 1.165 kilómetros cuadrados (el 29% de la extensión del departamento). Al San Juan desembocan en la zona y en su margen izquierda las quebradas Chamí, Curijía, Estrella, Umacas, y el río Tatamá. En la margen derecha desembocan las quebradas Anquima, Chatas, Similitó, Lana, y los ríos Mistrató y Ágüita.
Para la reserva son de gran importancia el río Ágüita y sus afluentes. A este desembocan, en la margen izquierda, las quebradas Embordó y Currumay, y los ríos Parandó, Batató y Totumo.
Los ríos más caudalosos en la región son el San Juan y el Ágüita, de los cuales consignamos los datos concernientes a su régimen fluvial en el período 1963-1969. Los datos expresan los caudales medios en metros cúbicos por segundo.
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Los meses de mayo, octubre y noviembre señalan un aumento de caudal significativo, que coincide con los períodos de mayor lluviosidad, sin que para la zona se pueda hablar rigurosamente de ciclos estacionales de lluvia y períodos secos.
CLIMA
La región aledaña al Alto Río San Juan corresponde predominantemente al piso térmico medio, entre los 1.000 y 2.000 metros sobre el nivel del mar, con temperaturas que oscilan entre 17 y 23 grados centígrados. Es una región de abundantes y permanentes lluvias, que alcanzan en el mes de noviembre más de 700 mm. de precipitación. El promedio anual tomado en Puerto de Oro ha llegado a los 5.899 mm., considerado el máximo registrado en el departamento.
Los meses de menos lluviosidad son los primeros del año: enero, febrero y marzo, este último el más seco de todos. Luego comienza un período de intensas lluvias durante los meses de abril, mayo y junio, mes a partir del cual las lluvias disminuyen, produciéndose en julio y agosto un ligero “verano”, para comenzar a finales de agosto un período de lluvias crecientes, que alcanzan su máximo en noviembre. En diciembre, las lluvias disminuyen un poco y sufren una disminución sensible a partir de enero.
VEGETACIÓN Y SUELOS
No existen estudios de suelos detallados para la región. Ésta comprende una amplia zona cubierta por bosques primarios correspondientes al bosque muy húmedo subtropical y tropical (Holdridge) en las partes no degradadas por la colonización. Estas formaciones vegetales se caracterizan allí por el predominio de temperaturas medias entre 17 y 24 grados centígrados y una elevada precipitación.
El estrato superior de árboles está conformado por familias como la del laurel, el dinde, el cedro, el comino, el yarumo, el mare, el charoco, el barsino, el sande, el caucho y otras. Un segundo estrato está compuesto principalmente por palmas, de las que cabe destacar el chontaduro por la importancia que tienen sus frutos en la dieta alimenticia e la población. Además, en estos bosques siempre verdes existe una rica vegetación de bejucos, trepadoras y parásitas y, sobre el piso, una variada gama de helechos y plantas rastreras.
En donde el bosque no ha sido talado, los bosques contienen una capa de humus de mas de 30 centímetros, la cual, al degradar los bosques y por la intensa precipitación y las extremas pendientes, se erosiona con facilidad, dejando al descubierto un suelo empobrecido de baja fertilidad y poca consistencia. La topografía se caracteriza por las pronunciadas pendientes de más de un 70% e inclinación y los profundos cañones formados por los ríos y quebradas.
Las pendientes más pronunciadas se encuentran al pie de los ríos, notándose una ligera disminución a medida que se asciende hacia las cimas.
La textura de los suelos en la zona boscosa es franco-limosa y donde este ha sido talado es franco-arenosa. En general los suelos tiene buenos drenajes, presentándose, a causa de la erosión, cárcavas profundas y avalanchas de tierra.
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