Geywanu (Abanico)
El gwi´, proceso de tejido de las fibras vegetales, se aplica en primer lugar para elaborar los abanicos o venteadoras. Estos son como el principio de las cosas, de todo lo que existe. Todos los elementos de la naturaleza tienen que ver con él, porque es el que está ventilando y recorre todo el firmamento llevando esa frescura. Nadie lo puede mandar; está por encima de todos. Es Geywanu, el Padre de la brisa. El mundo está dominado por la brisa; el abanico es el Padre del movimiento y el movimiento lo es todo.
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El abanico es el origen de todos los tejidos. Todos los Padres utilizan abanicos. Hay muchas clases de ellos: verde, azul, negro, rojo, amarillo, blanco. Si los Padres soplan con el abanico verde o con el azul, provocan males, como huracanes y tempestades. El rojo produce como sangre, muerte, accidentes. El negro da cosas negativas, corresponde a la oscuridad. En cambio, si los Padres soplan con el abanico blanco, hay un movimiento, una brisa suave, aunque no se siente.
El abanico es el arma que el Padre principal dio a todos los otros Padres. El nombre de este Padre principal es Geywanu, el Padre de la brisa.
Por eso es tan delicado que cualquier persona haga un abanico. Hay que hacerlo en consulta con los Padres y hacer un pago permanente por él. Por no hacerlo así, vienen la tempestad y el huracán y lo derriban todo, cortan todos los alimentos, acaban todo.
Los mamu hacen los abanicos y los tienen en la kankurwa. Pero también los hombres tienen que hacerlos y tenerlos en la casa. Después que una mujer ha tenido un parto, no hay que soplar candela con la boca sino con un abanico, con una sopladora. Pero en la actualidad no los hay en casi ninguna casa; la mayor parte de la gente iku los ha olvidado y, entonces, se sopla el fuego con las tapas de las ollas de aluminio.
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