DUGUNAWIN. PADRE DE LA CESTERÍA

CLASES Y USOS DE LA CESTERÍA > Gwi´

Gwi´ Después del abanico, viene el gwi´, que es un tejido plano como el de una estera. Al principio, cuando no habían llegado los españoles, siempre se cubría el suelo con el gwi´, el cuero de las plantas. Sobre él se acostaban los Padres y las Madres para que no los picaran los animales, ni se ensuciaran con el polvo. Es el único tejido sobre el cual hay que acostarse para poder vivir de acuerdo con la ley tradicional.

Foto 23: Detalle del tejido del gwi´

Los Padres (los cerros) y las Madres (las lagunas) lo tenían como la forma apropiada para cubrir el piso. Por eso, para nosotros, sus hijos, también constituye el elemento adecuado para cubrir el suelo. No es sólo algo de utilidad, sino que es de tradición. Las parejas tenían que acostarse ahí, sobre él. Uno tenía que llevar su gwi´ para poder acostarse en otra parte. No se podía acostar en casa ajena sin llevar gwi´. Así mismo, las parturientas tenían acostarse sobre él para dar a luz. El gwi´ es la cama de los Padres y las Madres. Es allí donde cohabitan para reproducirse. Allí, sobre él, debemos cohabitar también nosotros para conseguir la reproducción de los iku. Por eso, el momento de hacer el gwi´, de tener uno propio, es en el tiempo del casamiento, que dura como un mes. Durante esos días, el hombre tiene que hacer todos sus tejidos, como varón que es. El gwi´ lo sostiene a uno, es como un banco.

Foto 24: Gwi´

Ahora no se educa a la gente en esta tradición; no hacen el gwi´ y por eso se van acostando en cualquier parte. El cuero que usamos ahora para dormir, sea de oveja o de vaca, no es tradicional; eso es venido de afuera, no ha sido de nosotros. En la kankurwa, el gwi´ no se usa sólo para poner en el suelo, sino también para cubrir las paredes. Se hace otro encima de las tirantas del techo, para construir un espacio para la concentración de los mamu, para que puedan pasar a la etapa de la felicidad. Cuando alguien muere, el gwi´ ha recogido todos los hechos de su vida, entonces es un asegurado para los descendientes. Ellos tienen que velar para que se conserve; y es la base para seguir esa costumbre y para hacer el trabajo de la mortuoria.