Ofrendas a las sombras de los difuntos
En la época de las primeras lluvias y comienzo de las siembras, las sombras de los difuntos regresan para acompañar a su gente en las grandes mingas y en la comida común.
Por ello, los guambianos los esperan ofreciéndoles las comidas que más les gustan. En la lucha por desposeerlos de su cultura, la iglesia católica había transformado esto en una fiesta por las almas de los difuntos y logrado que la ofrenda se hiciera en la iglesia de Silvia (Foto izquierda), apropiándose el cura de los productos agrícolas y las limosnas (Foto derecha) que se ofrecían.
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Con las luchas de recuperación, se buscó que la ofrenda se diera de nuevo en las casas (Foto izquierda arriba) de los guambianos, pero también se la convirtió en una gran tarea educativa, celebrándola colectivamente en las principales escuelas (Foto derecha arriba), con la participación de los cabildos escolares (Foto inferior izquierda), los niños y sus padres (Foto inferior derecha) y los maestros.
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Uniendo a esta fiesta, como a las demás grandes festividades, el trabajo común en minga (Foto superior izquierda), la intervención pública de los mayores (Foto superior derecha) y la música propia (Foto inferior izquierda), concitando de este modo la atención de los niños (Foto inferior derecha).
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En un primer momento y para tener la base para trabajarla posteriormente en los procesos educativos, se contrató su registro fílmico (Foto izquierda), el cual fue asumido luego por los propios maestros guambianos (Foto derecha).
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También constituyen la oportunidad para dar a conocer a grupos amplios los distintos trabajos se están haciendo en la comunidad, como en este caso el proceso de recuperación de la historia (Foto abajo).
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