Sabemos que con la muerte de Mao y el derrocamiento y la expulsión del poder de los seguidores de su línea, China emprendió un camino de restauración capitalista, eliminando todas y cada una de las cosas que se habían creado desde el 49, y no sólo las de la Revolución Cultural, sino las del Gran Salto Adelante. Proceso que se ha cumplido sistemáticamente, es decir, que la línea inicial restauracionista era hacer todo lo contrario de lo que se había hecho bajo la dirección de Mao.
Es lo que se ve, por ejemplo, en muchas películas de la China de hoy. Uno encuentra que en cada una aparecen cosas que lo hacen ver muy claro. Por ejemplo, durante el período revolucionario del Gran Salto Adelante, antes de la Revolución Cultural, y luego durante ésta, se destacaron como modelos héroes revolucionarios chinos, héroes ya no de la guerra, porque no la había en ese momento, sino héroes en el cumplimiento de la orientación que se había dado para todos los revolucionarios, que era la de servir al pueblo de muy distintas maneras. Sobre esos personajes, con sus nombres, se hicieron películas, se publicaron artículos de prensa, fueron presentados a la gente, sus historias se discutieron. En las películas de hoy aparecen personajes que son lo contrario de aquellos, pero que llevan sus mismos nombres; por ejemplo el gerente de una fábrica que utiliza su posición para obtener privilegios personales para él y para su familia, el dirigente del Partido que cabalga sobre las espaldas de la gente dando privilegios a su familia, entregando a sus familiares lo que se ha creado para el pueblo, tienen los nombres de esos personajes heroicos del pasado revolucionario..
Elementos y planteamientos que se hicieron durante el período revolucionario, son ahora contradichos. Por ejemplo, apareció en la época inmediatamente anterior a la Revolución Cultural una canción que se llama el Este Rojo, y que dice: “en el Este sale el sol, en China nace Mao Tse-tung”; pues bien, en una de estas películas hay un personaje que dice: “en el Este nace el sol, pero se pone en el Oeste; después del invierno, viene la primavera”.
Recordemos la frase con que Mao proclamó el surgimiento de la República Popular China: “el pueblo chino se ha puesto de pie”. Hay una película sobre la Guerra del Opio en donde, al comienzo, una voz dice: “Para que un pueblo pueda reflexionar válidamente sobre su historia y pueda sacar lecciones de ella, debe haberse puesto verdaderamente de pie”.
Otro caso: en uno de sus textos, Mao plantea su teoría de la contradicción y dice que es la esencia y motor de todas las cosas y que en todo hay una lucha de contrarios. En otra de esas películas, va una señora por ahí con su marido, por la calle, una señora que es la chismosa del barrio, la que se mete en las vidas de todo el mundo, y le va contando a su marido que la esposa del gerente de la empresa tiene un amante y que ella se lo va a hacer saber; el marido dice que no lo haga porque va a crear problemas; entonces ella le dice: “no importa; en el mundo todo tiene sus contradicciones”, y lanza una carcajada burlona.
Para mostrar mejor la situación de la China de hoy, para mostrar su verdadero carácter, —porque nos importa entender qué clase de sociedad es ese país en la actualidad y de qué lado se encuentra, porque no podemos caer en la posición de un expresidente de la Asociación de Amistad Colombo-China, que planteaba: “nosotros no somos amigos ni de la China de Mao, ni de la China socialista, ni de la China capitalista, sino de la China eterna, de la China inmortal”—, leo unas informaciones que han aparecido en diversos medios de comunicación, algunos de ellos de la propia China, muy pocas para no quedarnos en datos y datos:
* En el campo chino de hoy, la tasa de suicidios es 3 veces más alta que el promedio mundial, pero la de las mujeres es 5 veces más alta.
* En este momento, las mujeres chinas constituyen el 71% de los desempleados que hay en China, en donde se pierden cada año entre 300 y 500 mil empleos, mientras en la época de Mao estaba garantizado el pleno empleo.
* En el mercado de la ciudad de Sian han raptado a muchísimas mujeres, y lo mismo pasa en otros mercados, estaciones de trenes y de buses y otros sitios públicos en todo el país; esas mujeres son vendidas a hombres adinerados como esposas. En el campo, se pagan 250 a 500 yuanes por una joven.
* Una noticia de prensa anunciaba: se privatizó el Banco de China, que era el mayor banco estatal; y eso es como aquí privatizar el Banco de la República, el que emite la moneda, el encargado de manejar todo el sistema de crédito interno en el campo, etc. Igualmente, el Banco Agrícola de China se ha transformado de banco estatal en banco comercial privado.
* En el campo, como lo muestran las mencionadas películas, han aparecido de nuevo los usureros, los empresarios privados que compiten entre sí por aplicar la consigna oficial del gobierno chino actual, que es: “enriquecerse”, y a la cual agrega: “enriquecerse unos primero que otros”. ¿Por qué?, ¿cómo es posible todo esto?, ¿cómo llegaron al poder estos seguidores del camino capitalista?
En realidad no llegaron al poder sino que ya hacían parte del Partido que estaba en el poder y después de la muerte de Mao hubo un golpe de Estado militar mediante el cual, no solamente consolidaron completamente el poder que tenían, sino que eliminaron de las instancias de poder del Estado y de las instancias del Partido a los seguidores de la línea de Mao. Eso nos lleva a reflexionar sobre la causas:
La burguesía seguía teniendo fuerza dentro de China y dentro del Partido; y ésta no había logrado ser eliminada por la Revolución Cultural. Además durante esta revolución hubo una peculiaridad con el Ejército: no hubo revolución cultural dentro del Ejército; sí hubo transformaciones y lucha ideológica, pero no revolución cultural, por diversas razones, entre ellas las necesidades derivadas del ataque militar que había lanzado la URSS contra China en la zona fronteriza, los ataques de la India, las amenazas del imperialismo norteamericano. No hubo revolución cultural en el EPL; entonces habría que analizar más a fondo lo que ocurrió, porque no se sabe con claridad cuál era el pensamiento de Mao al respecto, cuáles eran las circunstancias. De todas maneras, China continuaba estando cercada por el imperialismo, por el mercado mundial, por muchos otros factores generadores de relaciones capitalistas.
Entonces, hay causas internas y externas que dan instrumentos de análisis para tratar de entender por qué cayó la revolución. En medio de la Revolución Cultural, en el año 74, Teng Xiao-ping había regresado al poder, o sea que tenía fuerza, hasta el punto de que el sector maoísta tuvo que aceptar que volviera a asumir cargos dirigentes dentro del Partido. Fue separado de nuevo después de los hechos que se dieron en una celebración en la plaza de Tien An Men, en un “homenaje” a Chou En-lai; pero luego, con el golpe de Estado, regresó. La persona que lo dirigió el golpe, que tomó el poder públicamente con el golpe, Jua Kuo-feng, ya había sido nombrado antes en cargos públicos, incluso designado como sucesor de Mao. Jua desapareció rápidamente; hoy nadie habla de él porque fue un simple instrumento utilizado por Teng Xiao-ping y los demás.
Una de las primeras medidas que se tomaron después del derrocamiento de la línea de Mao fue la eliminación en la práctica, en la realidad, de las Comunas Populares —porque su desaparición no ha ocurrido jurídicamente, pero sí en la práctica—. ¿De qué manera? Arrendando las tierras de las comunas a quien las pueda pagar, sea para construir casas —y hay mansiones gigantescas, con sirvientes—, sea para desarrollar la agricultura; vendiendo la maquinaria agrícola en propiedad privada para el que tenga con qué pagarla. Entonces hay quienes toman en arriendo la tierra, compran los tractores, contratan a los más pobres y los ponen a trabajar para ellos por un salario.
En las tierras que siguen en manos de la comuna y que no han sido arrendadas todavía, el trabajo no está organizado ahora por equipos y brigadas de producción, que eran los dos niveles con que se realizaba el trabajo cotidiano en las comunas, sino que se han entregado para la producción bajo responsabilidad familiar, o sea, a cada familia se le entrega cierta cantidad de hectáreas, o de mu, de tierra, aunque no en propiedad privada; se le entregan para que se responsabilice de la producción de ellas. Debe pagar un impuesto, debe pagar el arriendo de la tierra que se le entrega y puede conservar el resto de las ganancias. Esto ha llevado a un proceso amplio de inversión de las relaciones sociales. Una película lo muestra: en una aldea hay un señor que ha arrendado la tierra y tiene unos grandes huertos de manzana; el maestro de la escuela también tiene los suyos, aunque más pequeños; y el maestro ahí, sudando la gota gorda con su mujer y su familia porque él es el responsable de que produzcan esas tierras, y se pregunta: “¿por qué antes los estudiantes venían a apoyar a sus maestros y a participar en el trabajo y ahora no?”; y alguien le responde: “se trata de una circunstancia distinta, ahora los jóvenes trabajadores ganan sueldo y entonces los estudiantes van a trabajar donde ese señor que es el que paga los mejores salarios”.
En las condiciones actuales del campo, la ganancia es mayor en las actividades de cría de animales: cerdos, patos, gallinas, peces, etc., lo cual ha desequilibrado la producción a favor de estos renglones, con detrimento de la producción de granos, trayendo de nuevo el fantasma del desabastecimiento alimenticio, que se había superado desde el Gran Salto Adelante, y obligando a la importación de estos productos.
Para los grandes obras de infraestructura en el campo, muchas de las cuales no han podido continuarse realizando, es necesario ahora reclutar mano de obra asalariada, que existe en abundancia porque en la actualidad hay muchos campesinos que no pueden vivir solamente de la tierra. Se han eliminado entonces las formas de trabajo voluntario y gratuito para la sociedad, es decir, las formas de trabajo comunista. Esta situación ha llevado a que aun el Banco Mundial reconozca el acelerado crecimiento de la “desigualdad” en el campo chino.
Se han suprimido los médicos descalzos y el servicio médico cooperativo. Ahora la medicina es privada, aunque todavía relativamente barata.
Se han reestablecido en las universidades y demás instituciones educativas los antiguos sistemas de admisión y de evaluación, así como los antiguos programas.
Se han introducido de nuevo, tanto en el campo como en las empresas, los incentivos materiales y el sistema de dirección única. Se han eliminado los Comités Revolucionarios y ahora se nombran de nuevo directores de responsabilidad personal para cada empresa, directores de fábrica, directores de cada institución, cada una responsable de sus pérdidas y ganancias; y si la producción da pérdidas continuadas, entonces la empresa debe liquidarse y desaparecer, así sea una rama fundamental de la producción.
Se han extendido de nuevo por todo el país los mercados privados; ya no hay un mercado regulado y por lo tanto se da un aumento muy grande de los precios de los productos, que mucha gente ya no puede comprar.
Además, se avanza en el proceso de liberación de importaciones, lo cual ha redundado en una pequeña baja en los precios, pero, al mismo tiempo, se ha producido una enorme pérdida de empleos. En las empresas relacionadas con 25 productos sobre los cuales se han realizado estudios, se han perdido ya más de 11 millones de empleos, la tercera parte de su fuerza de trabajo, la mayor parte de ellos, el 85%, en el campo. Por otra parte, de los 446 millones de trabajadores rurales, sólo alrededor de 308 millones tienen pleno empleo, los demás son trabajadores de tiempo parcial. A esto se agrega que más de la mitad de las exportaciones chinas está ahora en manos de empresas extranjeras.
Un fenómeno que se ve en las nuevas películas chinas y que también la prensa ha venido mostrando, es el de las calles de las grandes ciudades asfixiadas por los vendedores ambulantes, señal clara del desempleo, de la migración de los campesinos a la ciudad y de la atomización de la economía.
En las ciudades ya hay grandes propietarios de empresas; y propietarios de bancos privados, porque la propiedad de éstos es libre; quien quiera puede comprar o fundar un banco, también pueden hacerlo los capitalistas extranjeros.
En este momento, la inversión extranjera en China efectuada por más de 300.000 corporaciones es de 270.000 millones de dólares, siendo un componente esencial de sector privado, que comprende aproximadamente la tercera parte de la actual economía china.
Hay zonas especiales, en especial en la costa, que se han abierto al capital extranjero y en las cuales no rige la legislación laboral china; allí no hay las garantías que están consagradas todavía en la ley para el resto de los trabajadores del país.
Es decir, si miramos de conjunto toda esta situación, es claro que asistimos a un vigoroso y amplio proceso de restauración capitalista. Retomando las palabras del poema de Mao:
¡¡A China ha regresado el dios de la peste!!
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