Luis Guillermo Vasco   Luis Guillermo Vasco
 

SEMINARIO PERMANENTE INTERDISCIPLINARIO DE ETNOEDUCACION
Ministerio de Educación Nacional
Universidad Nacional de Colombia

2. LA PROPUESTA

En general, el propósito consistía en que el profesor del Laboratorio viajara a la Sierra Nevada con estudiantes de antropología, a mediados de septiembre, con la participación de Patricia Enciso, pedagoga y coordinadora del Seminario Permanente en Etnoeducación por parte del Ministerio, quien lleva varios años en relación con los programas educativos de los Iku. Cada estudiante iría a una escuela diferente para estar trabajando con uno o varios de los maestros, hasta el comienzo de la cosecha de café, cuando termina el año escolar. El Comité decidiría a qué sitios irían estudiantes, aunque se proponían algunos por nuestra parte: Las Cuevas, El Pantano, La Caja, Nabusímake.

Durante su estadía, los estudiantes conocerían los trabajos que se han hecho en etnoeducación y se enterarían de las actividades realizadas con y por los niños. Además, participarían en una reflexión sobre los aspectos positivos de ellas, así como sobre las dificultades que se presentan. La idea fundamental era que los estudiantes pudieran acompañar, colaborar en lo que se hace y, al mismo tiempo, proponer algunas cosas para que las actividades y su calidad sigan creciendo.

La base de todo la constituiría el trabajo conjunto con los maestros y serían éstos los que plantearían qué les interesaría de la actividad de cada estudiante, de acuerdo con las circunstancias y necesidades propias y las de su escuela y su comunidad. Podría trabajarse en hacer materiales didácticos, elaborar cartillas, realizar actividades de recuperación y otras cosas propuestas por los maestros o que resultaran de la discusión conjunta y, por supuesto, de las posibilidades y capacidades de los estudiantes.

Todo esto tendría nuestra tutoría y asesoría directas en terreno, aunque no estaríamos todo el tiempo, y la de las autoridades y demás personas de la comunidad. Al final, se haría una evaluación del trabajo con participación nuestra, de las autoridades, maestros interesados y del Comité de Educación.

Se pensó que para que todo resultara lo mejor posible, era necesario que los estudiantes compartieran la vida de la comunidad y tuvieran la oportunidad de intercambiar durante el mayor tiempo posible con los profesores y que, para eso, lo mejor sería que pudieran vivir con ellos en sus casas o, de no conseguirse lo anterior, que lo hicieran en casas de otras personas de la comunidad. Esta modalidad de trabajo de acompañamiento implicaba una estadía larga, que permitiera la mutua adaptación entre niños, profesores y alumnos de la Universidad, el establecimiento de relaciones de confianza entre ellos y un mínimo nivel de conocimiento material y directo de la realidad de la Sierra por parte de los estudiantes.

La financiación para el transporte de ida y vuelta a la Sierra, el dinero para que cada estudiante pudiera financiar su subsistencia en cada sitio y una partida para gastos adicionales que tuvieran que ver directamente con los trabajos en las escuelas, según lo que se decidiera hacer en cada una, se compartiría entre la Universidad y el Ministerio de Educación, así:

a) auxilio de viaje para los estudiantes durante 53 días, 50% la Universidad y 50% el Seminario Permanente de Etnoeducación, con el aporte del MEN,
b) pasajes de ida y regreso para los estudiantes y Luis Guillermo Vasco por parte de la Universidad,
c) viáticos para el profesor Vasco, dos temporadas, por 34 días en total, por parte de la Universidad,
d) partida para gastos de trabajo, $500.000.oo, por parte del Seminario Permanente de Etnoeducación, con el aporte del MEN,
e) pasajes de ida y regreso y viáticos para Patricia Enciso, por parte del Ministerio de Educación directamente.

El Comité, después de discutir la propuesta con las autoridades Iku y varios maestros en Nabusímake, respondió telefónicamente, aceptando el trabajo conjunto y planteando algunas condiciones, que se consideraron válidas:

a) hacer un trabajo previo de inducción con los estudiantes en Bogotá, con un componente pedagógico (que debía estar a cargo de Patricia Enciso),
b) comenzar lo antes posible para adecuarse al “calendario cafetero” de sus escuelas (que terminan el año a mediados de octubre),
c) trabajar con siete estudiantes (para tener mejor control por ser la primera vez) ,
d) realizar una reunión con el Comité y los maestros interesados antes de comenzar (para concretar todos los detalles), y otra al terminar (para una primera evaluación),
e) además, definieron los lugares de trabajo: Jewrwa (La Caja), Simunurwa (Las Cuevas), Nabusímake (El Pueblito), El Pantano, Makogueka, Prosperidad y un sitio por determinar en la Zona Oriental (Sabana Crespo o Donachui o Seinimin).

3. PROGRAMA DEL LABORATORIO

Con estas bases, el calendario del Laboratorio se programó así:

a) 5 semanas de preparación en Bogotá (15 horas a la semana) sobre dos temas: educación indígena (incluyendo pedagogía) y sociedad Iku.
b) trabajo de terreno de los estudiantes en la Sierra Nevada entre el 8 de septiembre y el 30 de octubre. Al comienzo, la reunión preliminar de tres días; al final, dos días para la evaluación. La estadía del profesor Vasco se repartiría en dos temporadas, una al comienzo, entre el 8 y el 25 de septiembre, y otra al final, entre el 15 y el 30 de octubre; la de Patricia Enciso también en dos, una semana al inicio (en septiembre) y 10 días al final (en octubre),
c) 4 semanas de análisis y discusión de información en Bogotá, para preparar los informes de cada estudiante para la escuela en donde trabajó y el informe final de cada uno para el Laboratorio,
d) entrega y evaluación de los informes de Laboratorio de los estudiantes y los correspondientes diarios de campo.
 
 
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