En esa época, el Plan de Vida logró despertar la sensibilidad natural de la gente.
Eso tampoco lo miden los críticos de esto.
Una cosa es criticar y otra cosa es estar en los procesos mismos,
compartir con la gente.
Muchos creen que esta es una parte, que lo cogimos nosotros dos y que hicimos eso.
Realmente eso no es así.
Lo que hay en estos libros, en estos documentos, en estos expedientes, sale de la gente.
Nosotros logramos recoger el querer de la comunidad.
Se hizo una participación social muy grande, muy extensa en todo el Resguardo.
Lo que pasa es que eso también se fue perdiendo ¿no?
fundamentalmente se fue perdiendo la visión integral del Plan.
(“Asesor del Cabildo”)
No pretendo juzgar su situación. No es mi trabajo. Lo que sí hace parte de mi trabajo es la polaridad que generan, así que no lo puedo obviar, porque dicha polaridad está ligada al Plan de Vida. Además, la dependencia de las asesorías sí me interesa mucho.
Un asesor en una comunidad indígena realiza un trabajo piloto. Guía sobre temas especializados que muy seguramente no maneja un cabildo, ya que el aparato legislativo es relativamente reciente, haciéndolas “indispensables”.
Debo aclarar que en Guambía por ahora hay dos asesores más, permanentes: un indígena ecuatoriano —lo que tal vez hace que no exista tanta animosidad— con experiencia en el sector educativo en comunidades indígenas, en el Comité de Educación; y un abogado mestizo en el Comité de Justicia. De ellos no me ocuparé.
“Los Asesores” que me interesan han acompañado al Cabildo Guambiano desde las recuperaciones y más recientemente desde la elaboración del Diagnóstico. Se convirtieron en los asesores por excelencia del ente administrativo gracias a sus conocimientos y a la confianza que tienen por parte de líderes importantes de Guambía, que los consideran los más indicados para llevar una tarea de este tipo. Su posición es privilegiada con respecto a los otros asesores y taitas, porque además de poseer amplio manejo sobre la legislación y cuestiones técnicas, han estado por mucho tiempo en Guambía y han hecho una especie de seguimiento de toda la historia del Plan de Vida, así a veces se alejen del Cabildo.
Encuentro que es un asunto controvertido. No son frecuentes las posiciones medias, aunque las hay. Las desavenencias provienen, no de la elaboración del Plan, porque considero que ésta contó con una inmensa aceptación —decir participación es cuestionable—.
Provienen del manejo posterior que ha tenido el Plan de Vida y más aún cuando hay remuneración de por medio, pues algunos solidarios se volvieron asesores desde que los resguardos tienen Trasferencias. Hay comuneros que opinan que esto no es justo, que es como si estuvieran pasando una cuenta de cobro. Otros opinan que también tienen gastos y familia y que es más que merecido.
No solamente hemos pensado sobrevivir, sino desarrollar lo que nosotros queremos. Por eso el Plan de Vida que hoy Guambía tiene es muy reciente. Desafortunadamente contrataron a unos no indígenas, unos mestizos. Por eso yo creo que la tendencia que da, está inspirado a desarrollar en un sistema no muy autóctona. Por eso yo considero que no ha podido progresar, porque los indígenas así quieran reconocer o no, a pesar de los problemas, las dificultades de la pérdida de valores, de la identidad por la intromisión religiosa y política, los indígenas tienen en su mente de que tienen sus propios dioses, creen en su identidad, piensan en lo suyo. Por eso, al no acoplar ese pensamiento de fondo, creo que ha ido fallando. Creo que por eso no han logrado avanzar mucho (Taita Lorenzo Muelas).
Veamos un poco la labor de estos “Asesores”.
Desde que terminó en estricto la elaboración del Plan de Vida, los “Asesores del Cabildo” fueron los encargados -ya que tienen los conocimientos técnicos- de elaborar los 24 Librillos Verdes con algunas otras colaboraciones.
Los Librillos tienen un formato para gestión internacional. Cada uno tiene un presupuesto detallado. Durante las charlas que sostuve con “los Asesores del Cabildo” me aclararon que, el que el presupuesto esté en pesos y dólares, es solo un formalismo, pues no todos los proyectos requieren financiación; sobre todo los que tienen que ver con recuperación del pensamiento.
Los conflictos alrededor de ellos los sentí desde mi segundo viaje a Guambía, cuando contaba sólo con la autorización del vicegobernador, Taita Segundo Montano.
Al pedirle la colaboración a uno de ellos, lo primero y único que me dijo es que me ayudaría sólo si tenía la autorización del gobernador principal. La que tenía no me la aceptaban.
Un poco confundida acerca de la autoridad de los gobernadores, alguien me dijo: “Ellos no tienen porqué pasar por encima de la autoridad del vicegobernador”. El ser mestizos no les ayuda, y mis sospechas se confirmaron. Pero siendo honesta, la autorización y convenio que obtuve del Cabildo de 2001 no me sirvió totalmente con el Cabildo de 2002. Igualmente, así yo tuviera la autorización de los 2 cabildos y de todos los taitas posibles, nadie está obligado a hablar conmigo y colaborarme si no quiere.1
Sin embargo, después de lo que me dijo “el Asesor” comenzó un viacrucis para conseguir la autorización de taita Esteban Calambás. Mi intención no era entrar en un conflicto de poder entre los dos gobernadores, quienes ya tenía motivos suficientes por esa época a raíz de los enfrentamientos con Ambaló.
Durante las 2 semanas que estuve tratando de conseguir la autorización, hablé con muchas personas de lo que estaba pasando y fui entendiendo poco a poco la situación.
Durante mí recorrido por las zonas del Resguardo encontré en distintos sectores: profesionales, taitas, mamas, parteras, agricultores, líderes y profesores, opiniones drásticas.
Los que se pueden llamar opositores no son pocos. Piensan que, para ser mestizos, “los Asesores del Cabildo” tienen un poder “indebido y algo desmesurado” en las decisiones que les competen exclusivamente a los taitas y que tienen que ver con el Plan de Vida. Léase proyectos. Pero hay que tener en cuenta que los mismos taitas les han delegado dichas funciones y que muchas de las personas que tienen esta opinión se han visto afectadas de alguna manera por las decisiones y el poder que les atribuyen.
Pues hoy en día hay una pequeña contradicción de que el Plan de Vida es bastante occidentalista y que no es muy de acá. Yo personalmente pienso que esa es la forma de interpretación que le dan. Como desafortunadamente desde el 94, el Movimiento..., la comunidad, por haber participado al Congreso de la Republica, parece que a los dirigentes les quedó gustando mucho, entonces el Movimiento se dividió y, bueno, la división no fue gratuita (Taita Alvaro Morales).
“Los Asesores del Cabildo” poseen una trayectoria con algunos líderes guambianos, no solo dentro del Cabildo sino fuera de él, porque han trabajado también como asesores de la Alcaldía del municipio de Silvia en los períodos de Taita Alvaro Morales (1998-2000) y Taita Segundo Tombé (2001-2003), quién ya había trabajado con ellos en la elaboración del Plan de Vida.
Estuvimos vinculados con un trabajo que se hizo sobre la parte administrativa del Cabildo. También se hizo otro trabajo sobre vida y pensamiento guambiano, hace unos dos años, desarrollando lo del Plan de Vida. Y eso era lo que se contrataba. Teníamos una contratación a través de esos 2 proyectos, pero se asesoraba en todos los aspectos al Cabildo. Estuvimos asesorando todo lo que fue la gestión del Plan de Vida. Se asesoró 2 movimientos, paros hacia la Panamericana para conseguir la financiación de unos proyectos del Plan de Vida.
Esta asesoría incluyó capacitaciones sobre legislación pertinente, a nivel administrativo del Cabildo. Capacitaciones sobre mecanismos de ejecución de Trasferencias, Ley de Contrataciones y los pasos por seguir, con resultados medianos:
Asesoramos al Cabildo para que ellos pudieran hacer sus planes de inversión acordes al Plan de Vida que habíamos acabado de formular con ellos. Asesoramos la elaboración de los planes de inversión. Hacíamos las reuniones comunitarias, específicamente con las juntas, con los alcaldes, parte de la comunidad. Se priorizaban cuáles iban a ser las obras de ejecución para ese año con base en los recursos que llegaban. Asesoramos la elaboración de los perfiles por cada rubro de inversión, algunos nos tocó al principio hacerlos mientras ellos aprendían y también luego, cuando se hacían los planes de inversión, básicamente asesorar al coordinador del Plan de Vida que estuviera cada año y al Cabildo correspondiente, en cómo eran los mecanismos de contratación o que procedimientos se tenían que hacer para ejecutar estas transferencias. Aunque eso obviamente la Alcaldía es la que contrata, pero los cabildos también podían sugerir a la alcaldía ternas de ingenieros o formas de ejecución de las inversiones que se habían definido. Eso lo hicimos más o menos 2 años. En la medida de algunas personas que tuvieron continuidad durante todo este tiempo, hemos tenido resultados.
El cambio anual de Cabildo hace que los resultados con relación al esfuerzo invertido no sean los mejores:
Se capacitaba para que ellos lo pudieran hacer; el problema es que como cada año cambiaba el personal, casi 6 meses eran de capacitación y otra vez cada año capacitar.
Como se nota, han tenido un amplio radio de acción y muchos comuneros ven lesionados tanto sus intereses como sus posibilidades.
Algunas personas opinan que esta es la causa de que el Plan de Vida Guambiano sea “tan economicista”, otros piensan que el Plan de Vida no lo hizo la comunidad sino estos asesores. Los “Asesores” conocen bien las críticas que se les hacen y responden:
Si ud. lee los principios y los objetivos del Plan, se aclaran muchas cosas que le han dicho. Que es un plan economicista, que no es un Plan de Vida, que es un plan de desarrollo. Uno ha oído muchas contradicciones o los opositores del Plan plantean eso. Pero si tú coges los objetivos del Plan, ves que no. Que ahí esta la integralidad. Mucha gente ataca la falta de la integralidad. A uno le da risa eso porque realmente es que no han leído el Plan de Vida, porque creen que es únicamente el Libro Azul..., son pocos los que lo han leído. Quizás unos extranjeros, pero la mayor parte de profesionales e instituciones no lo leen y los mismos guambianos se han olvidado mucho de esa parte, dicen “no es que eso fue una parte económica”. El Plan de Vida es algo muy integral, tiene el concepto de integralidad de los guambianos, para uno poderse hacer clara la idea de que el trabajo es un conjunto. Qué es el Libro Azul, y qué es cada uno de los proyectos.
A pesar de estas necesarias aclaraciones, esto refleja la dificultad que representa la formalidad de la escritura. Por eso sostengo que el Plan de Vida no fue hecho pensando en la comunidad. La mente estaba —lógico— pendiente de las posibilidades para la realización de las estrategias. Y esas están afuera. Y para ese afuera fue que se redactó el Plan. Y esto incluye los Librillos Verdes que se mencionan como la explicación.
Un guambiano como la mayoría, sin formación académica profesional, no gusta de la lectura. Entonces, si es difícil que adquieran, y aún más que lean, por simple curiosidad un Libro Azul que cuenta con poco más de 200 páginas, incluyendo cuadros, estadísticas y fotos, ¿realmente se esperaba que cada año cada Cabildo o, más aún, algún desprevenido comunero, se leyeran 24 Librillos más? No hace falta conocer mucho el modo de vida guambiano para saber que el hábito de la lectura no está dentro de sus preferencias.
Y cualquiera de estos documentos está en el archivo en las oficinas del Cabildo en Silvia, que cuentan con sendas copias de algunos de los 24 Librillos Verdes2.
Si los proyectos, los objetivos específicos y las estrategias se han olvidado, es porque nadie en el Cabildo se ha puesto en la tarea de revisar cada año ni el Libro Azul ni los Librillos Verdes. Así todos manejen muy bien sus principios. Es parte de la tensión en torno al Plan. Pero si se citan los principios del Plan de Vida es porque se conoce la historia guambiana y se recuerda para qué era el Plan. Pero ahora el Plan de Vida tiene vida propia. Su corazón son los proyectos.
Se sabe qué es lo que, por lo menos nominalmente, se quiere. Los librillos nadie los conoce. Yo misma realicé mi proyecto basándome sólo en el Libro Azul.
Por otra parte, no creo que las dificultades de/con la lecto/escritura tengan que ver con una especie de “mentalidad indígena”. La escritura, al contrario de lo que piensan algunos taitas guambianos, no necesariamente refleja una “evolución social apenas lógica”.
Se tiene que pensar para quién se escribe. Muy seguramente no para los guambianos, así la escritura se erija como un nuevo método para la pervivencia del conocimiento de los mayores. Esto es más evidente en la escuela, donde los problemas de escribir en español muestran rasgos concretos del pensamiento guambiano, como traducir literalmente del guambiano al español con las posiciones en el espacio del wam.3
Retomo. Llego en un momento coyuntural en Guambía en relación con mi trabajo. Se está planteando la reformulación del Plan de Vida —algunos dicen actualización— debido a los errores que se han detectado en él, como la excesiva importancia dada a la infraestructura y la economía, en menoscabo del objetivo principal, el pensamiento, algo inmaterial —en principio—.
Para la reformulación se hizo una convocatoria de propuestas. Una provino de un grupo de profesionales guambianos que trabajan en los comités y otra la presentaron “los Asesores del Cabildo”. Adivinen quienes obtuvieron el contrato.
Esto desató una polémica adicional. Uno de los jóvenes profesionales de la primera propuesta, me decía: “¡no, es que ellos ganan todos los contratos, no importa qué sea!”. “¿Cómo se van a evaluar ellos mismos? ¡Eso no es ético! Si ellos hicieron el Plan de Vida del 94, ¿cómo lo van a volver a hacer? ¡Si nosotros también podemos!”, escuché frecuentemente. Sin embargo, taita Segundo Montano advierte que la propuesta que presentaron los que ganaron estaba mucho mejor elaborada y eso que taita Segundo es más amigo de los primeros que de los segundos. Pero esto es apenas previsible, dado el trayecto de los vilipendiados Asesores.
Las decisiones —por no decir contratos— dependen del ánimo del Cabildo cada año. El año anterior, los “Asesores del Cabildo” contaban con el apoyo del gobernador principal, taita Esteban —no así del vicegobernador taita Segundo— y de un buen número de cabildantes.
Para el 2002, las cosas han cambiado. Ninguno de los 2 gobernadores —el vicegobernador, taita Fabio Calambás además de ser funcionario del ICBF en Popayán y coordinar los Hogares, hacía parte del grupo de profesionales guambianos que elaboró la propuesta rechazada—, ni tampoco el Secretario General, ve con buenos ojos la labor de “los Asesores”. Por consiguiente, el contrato que se había establecido para la evaluación y reformulación del Plan de Vida (para hacerlo más cultural y menos economicista, para integrar a otros resguardos que componen el Pueblo Guambiano y actualizar los proyectos) se frenó. Los profesionales guambianos que laboran en el Cabildo planean tomar este nuevo proceso en sus manos. Los asesores son necesarios para hacer las cosas como las piden afuera y son los “escribidores”; pero ahora también hay un buen número de guambianos profesionales que se quieren encargar de eso.
Así se entiende, la incertidumbre que sobre el tema tiene taita Mario Calambás, presidente de la junta de acción comunal del Trébol, cuando le pregunto su opinión sobre “los Asesores del Cabildo”:
Ahorita ya hay gente que se pueden asesorar los mismos guambianos aquí, porque pues ya hay mucha gente que ya han capacitado bastante y muchos que ya son inteligentes. Ya saben cómo es el Plan de Vida y lo tienen bien en orden, ya conocen cómo es. Entonces eso también... pues yo en mi parecer debían de tener de aquí del mismo Resguardo, un asesor o de pronto no hay necesidad de asesor... Pero eso, ¿yo no se el Cabildo por qué será?, ¿Será por ley que tiene que sacar eso?, ¿O habrá que tener eso?; eso sí yo no tengo bien en cuenta porqué será que tienen asesores… ¿o por ley tendría que tener pues un asesor?… pues si es así, ¿pues ya que podían hacer?, pues está haciendo bien; pero si no ha sido así… o de pronto porque no tiene capacidad el Cabildo… o de pronto no hay pues… tiempo, entonces le dan… el Cabildo vive todo el tiempo ocupado ¿sería por eso?, eso si no he entendido yo… pero no hay necesidad de asesor por ahorita. Hay mucha gente que viven disgustados porque tienen asesores… pues a veces tienen razón también, porque los guambianos hay, pero los guambianos no cumplen también, de pronto dan un trabajo y hay muchos que no cumplen y así también tendría razón el Cabildo en tener esos asesores.
Finalmente todo esto es un proceso. En el 2003 vendrá otro Cabildo y otros intereses. O quizás los mismos. Así sabremos que pasa con “los Asesores del Cabildo”.
Ya son como 8 años de trabajo del Plan de Vida, precisamente como ha sido primera experiencia ese mismo Plan, está planteando que hay que hacer una evaluación cada 10 años y hoy en día pues se está trabajando. Se trabajó hasta el año pasado, 2001 la evaluación y la actualización del Plan de Vida. Desafortunadamente este año, por esa misma división política que viene sufriendo nuestra comunidad, se ha parado la actualización. (Taita Alvaro Morales).
Afortunadamente parece que se dieron cuenta a tiempo y he oído que están tratando de reformular. No sé si en esta reformulación estarán haciendo los mismos mestizos o ya metieron la mano los indígenas. (Taita Lorenzo Muelas).
¿COMO SE HACÍAN LAS COSAS ANTES EN GUAMBÍA?
Antes de eso lo que hacía el Cabildo era recibir plata a la comunidad,
para algún evento, para ir a toda parte.
Entonces usted es comunero y tiene que colaborar.
Para esto estaban los alguaciles, que andaban de casa en casa a pedir plata
para ir con tal objetivo. [...] había un tesorero, y él era el que hacía las cosas.
Las comunidades ayudaron mucho para la lucha, para entrar a recuperar la tierra.
Yo me acuerdo que recibían de a $1000
y el tesorero compraba la panela y muchas cosas.
(Mama Barbarita Muelas) >
Este antes se refiere a varios momentos.
Antes del Plan de Vida escrito que debería servir como guía política, administrativa y financiera de los cabildos año tras año.
Antes de las Transferencias que llegan por primera vez a Guambía en 1994.
Antes de las legislaciones que tienen que ver con estos dos momentos.
¿Qué tanto tuvo que ver la elaboración del Plan de Vida con la llegada de los recursos de Transferencias a los Resguardos?
La elaboración del Plan de Vida Guambiano corresponde a un amplio proceso, dentro del cual se ubican, tanto él como la Constitución de 1991, en la que se establecen nuevos criterios para indígenas, como son las Transferencias. En este sentido, son dos procesos paralelos que se retroalimentan en el tiempo y en el espacio. Los dos orígenes. Por esta razón, aunque se tenía conciencia de la llegada de los recursos y de muchos otros espacios a los cuales el Plan de Vida servía para acomodarse, este tópico no fue el único ni el mas importante en la elaboración del Plan. Por supuesto, la existencia de estrategias, la identificación de proyectos y su formulación adecuada, han permitido planes de inversiones más coherentes y un gasto mas ordenado, aunque han tenido inconvenientes con los rubros-.
Las actividades para encontrarse en mejores condiciones de vida y trabajo siempre han estado presentes en Guambía. Antes se daban de manera principalmente oral, o se hacían proyectos o memoriales con ayuda de los solidarios dependiendo del momento y del asunto a tratar.
Antes, el Cabildo trabajaba como al detal. Lo que se presentara. De una manera desorganizada. Precisamente el Plan nace a raíz de las necesidades de que hay que planificar para proyectar la comunidad. De que hay que organizar, reunir de una manera sistemática para darle la proyección.
-¿Desde el 85? –Sí... venía pensando, pero realmente no hace tanto. Sino realmente desde el 93 que me tocó, yo dije: no, pues eso hay que organizar [...] Que los planes de vida de los pueblos indígenas son importantes, que esa es prácticamente la vía de los pueblos indígenas para que reconstruyan en todos los sentidos, pero tiene que haber unas directrices de tipo general para unificar al pueblo (Taita Segundo Tombé).
Hacíamos peticiones y memoriales a las alcaldías y los municipios y a los políticos para algunas construcciones, si colaboraba para hacer escuelas y, si no había profesores, los nombraban del municipio con las juntas. El Cabildo se encargaba de solucionar los problemas familiares y de tierras (Taita Misael Yalanda. Profesor de la escuela San Juan de Dios de los Bujíos).
Veníamos haciendo yo creo que desde que empezamos la lucha indígena. Desde ese entonces pensamos a largo plazo pensando mejorar la calidad de vida de la gente. Yo creo que aquí, los dirigentes de hoy no querrán reconocer, pero la lucha indígena en el Cauca se iniciaron los terrajeros [...]. Hoy se usan el medio ambiente, la diversidad biológica, la ecología, hablan de la sostenibilidad, del desarrollo sostenible, todo eso hicieron nuevas invenciones. En ese entonces, sin mencionar estas palabras, queríamos y veníamos desarrollando estos temas. Cuando recuperábamos la tierra, cuando queríamos la tierra, estábamos en busca en la necesidad de la sostenibilidad. Cuando queríamos la tierra, estábamos en busca de la conservación de la diversidad biológica. Cuando queríamos la tierra, queríamos nuestra identidad, nuestros dioses con los espíritus, con todos los componentes que ella tiene, [...] Por eso, cuando nosotros estamos hablando de la sostenibilidad, de la vida, de mejorar la calidad de vida estábamos buscando todos estos elementos, para nuestra sobrevivencia (Taita Lorenzo Muelas).
LA ADMINISTRACIÓN EN EL CABILDO GUAMBIANO
El municipio de Silvia recibe las transferencias que, desde 1994, llegan para los 5 Resguardos que alberga: Guambía, Ambaló, Quichaya, Quizgó, Pitayó.
El Resguardo de Guambía considerado como municipio, obtiene un monto de $1.115.560.818.00 millones para 2002.4 Estos recursos son complementarios a los que recibe la Alcaldía para todo el municipio, ya que los resguardos no pueden ser excluidos del Desarrollo general de la zona.
El Alcalde es el ordenador del gasto dentro de la entidad territorial; para el desembolso de las Transferencias, se realizan convenios interadministrativos anuales entre el Cabildo y la Alcaldía. El Cabildo debe presentar los perfiles de los proyectos, luego evaluados por Planeación Municipal. Allí deciden si son viables y cumplen con los requerimientos técnicos que exige la Contraloría; en el caso de que no sea así son devueltos al Cabildo para las correcciones.
Esta situación, ha creado en ocasiones choques entre las dos autoridades, porque el Cabildo no ha logrado manejar estrictamente todos los ítems técnicos y narrativos de un proyecto. Por ejemplo, el Cabildo del año 2002, que está trabajando sin “los Asesores del Cabildo”, ha tenido dificultades para sacar sus recursos de la Alcaldía, que les ha devuelto varios proyectos.
El Alcalde de Silvia, Taita Segundo Tombé Morales aduce que los proyectos están mal elaborados y que tiene que cuidarse con los detalles para evitarse problemas legales. El Cabildo, a su vez, opina que siendo guambiano debería apoyar más a su comunidad y que no tiene buena disposición.
Dentro del Cabildo, los proyectos son elaborados por los coordinadores de los comités, que son generalmente profesionales guambianos, por lo que se asume que tienen un adecuado manejo de conceptos “blancos”, de redacción y que pueden ser eficientes en la elaboración de perfiles y proyectos, aunque no siempre sucede. Es está la dependencia frente a la élite de profesionales guambianos o a los “Asesores del Cabildo”, que son los que saben cómo presentar un proyecto. A pesar de las muchas capacitaciones que han hecho las instituciones y los mismos “Asesores del Cabildo”, ni los comuneros y menos aún el Cabildo por sus múltiples ocupaciones, tienen la constancia para capacitaciones que suelen durar varios días.
Las formalidades de los proyectos no se presentan únicamente con la Alcaldía de Silvia, también con la Gobernación Departamental, El Plante, el Incora, Secretarías de Salud o Educación; cualquiera de ellas puede cofinanciar proyectos, con la participación y mano de obra de los indígenas, como contraparte de los recursos aportados por la entidad, cada una con formatos diferentes para las diligencias.
Con la Ley 60 de Transferencias5, los recursos se rigieron por porcentajes hasta el 2001. Los rubros de inversión los determina Planeación Nacional: agua potable, vivienda, salud (con régimen subsidiado), educación (primaria y bachillerato), desarrollo agropecuario, desarrollo institucional y gastos de funcionamiento. Adicionalmente un 10% para gestión de proyectos. El Cabildo ha asumido estos manejos con la ayuda de los “Asesores del Cabildo” y con capacitaciones del SENA y de la ESAP de Popayán.
Aunque han surgido inconvenientes para asignar recursos siguiendo estrictamente la Ley, de acuerdo con un excontralor municipal que hacía parte del equipo de la ESAP que “nos capacitó” en el Cabildo durante 4 días sobre la nueva Ley de Transferencias 715, legalmente ha habido un margen de tolerancia con el uso que los indígenas hacen de sus recursos, pero con ciertas restricciones como la compra de tierras —únicamente dentro del municipio—. Con la nueva Ley 715, no se permite compra de tierras con recursos de Transferencias; en el caso de que un Cabildo quiera hacerlo, deberá contar con el visto bueno del INCORA o negociar directamente con ella.
Las nuevas políticas han hecho inevitables los cambios en las funciones propias del Cabildo. Anteriormente este se encargaba básicamente de la solución de los conflictos en el interior de la comunidad, causados por tierras, infidelidades, brujerías o delitos como robos o asesinatos sin embargo, no agrupaba a toda la comunidad en torno a sí.
Siempre han existido grupos independientes que buscan alternativas para desarrollar sus proyectos, diferentes al Cabildo; por ejemplo las juntas de acción comunal, que funcionan por veredas, se aliaban con algún político y éste, a cambio de votos, les financiaba algún puente o algún proyecto que estuvieran necesitando, esto sigue sucediendo, pero para Barbarita Muelas, el aumento en el poder de convocatoria del Cabildo hacia su comunidad, ha sido uno de logros del Plan de Vida:
Estaba muy dividido, el Cabildo aparte haciendo sus cosas y las juntas no lo tenían en cuenta para nada. Cada quien se había organizado en juntas de acción comunal y estaba con un cacique político, entonces organizando el Plan de Vida la gente estaría con el Cabildo, porque el centro sería el Cabildo, para ejecutar los programas y la relación que había entre entidades sería el Cabildo y a la vez el Cabildo con las juntas de acción comunal. [...] yo creo que así retomó la autoridad el Cabildo un poco y todo se giró alrededor de él.
En la actualidad aún existen juntas de acción comunal, cooperativas, un grupo de mujeres y grupos religiosos que gestionan proyectos que no reciben apoyo del Cabildo6. La electrificación para el Trébol está siendo gestionada por el presidente de la Junta de Acción Comunal con un concejal de Silvia. Otros grupos gestionan directamente con entidades sin pasar por el Cabildo, como es el caso de los préstamos que ha hecho el PMA a las pisciculturas de Puente Real y Peña del Corazón.
En este momento el Cabildo tiene que estar más comprometido con las funciones de cualquier ente administrativo público, aunque por supuesto gran parte de su tiempo lo dedica a la resolución de conflictos internos de la comunidad, o externos, como en el caso del conflicto por tierras con el resguardo de Ambaló en septiembre del 2001.
Ahora el Cabildo debe tener una estructura “moderna”. Ajustada a las necesidades de hoy: manejo de Transferencias, la relación armónica con el municipio, la gestión de los proyectos que formulan por cada comité, la contratación; actividades que implican sucesivas capacitaciones que no tienen un éxito rotundo sino más bien opaco. La presencia de las instituciones capacitadotas, la aceptación de su labor y de la necesidad de su conocimiento en la actualidad, naturaliza los cambios de la Autoridad del Pueblo guambiano hacia la asimilación.
Los cabildos indígenas son reconocidos por el Estado colombiano como la Autoridad y como representantes legítimos a nivel económico, político y sociocultural de la comunidad que los nombra. “Con derechos políticos y administrativos similares a los ejercidos por los alcaldes de los municipios de Colombia”.7 Funciones administrativas reforzadas por la cantidad de reglamentaciones a las que están obligadas las autoridades indígenas si quieren gozar de los beneficios que tienen.
Por esto, el proyecto de Fortalecimiento y Reestructuración del Cabildo Guambiano contempla entre sus objetivos la descentralización administrativa y presupuestal y la especialización por conflictos en las autoridades de las zonas (alguaciles y alcaldes), para descongestionar al Cabildo de tantas obligaciones; a pesar de esto, el período de la gobernación es un año de profusa actividad dentro y fuera de Guambía.
La nueva estructura organizativa y administrativa del Cabildo guambiano, según uno de los “Asesores”, es otro de los logros del Plan de Vida. La creación de la tesorería, que recoge los recursos que llegan al Cabildo, provenientes de Trasferencias u otros proyectos —plata que antes era “de bolsillo”—, y la Casa de Justicia o Centro de Conciliación guambiano, hacen parte de este proceso de modernización de la Autoridad del Cabildo.
Según el artículo 356 de la Constitución Política, las Trasferencias serán recibidas por los Resguardos Indígenas considerados como municipios por la Ley. Los recursos los recibirán directamente los Cabildos cuando se apruebe la Ley Orgánica de Ordenamiento Territorial que reglamenta las Entidades Territoriales Indígenas. Mientras no suceda, el Cabildo tendrá que jalonar los recursos de acuerdo con los rubros establecidos, a través de la Alcaldía. Adicionalmente, los planes de desarrollo de las “Entidades Territoriales Indígenas” deben estar en armonía con el Plan de Desarrollo municipal.
El Plan de Vida guambiano ha sido reconocido de facto como el Plan de Desarrollo de ésta comunidad indígena. El artículo 330 de la Constitución dice: “[...] los consejos conformados y reglamentados según usos y costumbres de las comunidades [...] ejercerán las siguientes funciones: [...] diseñar las políticas y los planes y programas de desarrollo económico y social dentro de su territorio, en armonía con el plan nacional de desarrollo.” Y la armonía con el Plan Nacional de Desarrollo, comienza por el municipio y el departamento; los planes de desarrollo a su vez, están reglamentados en la Ley 152 Orgánica de Planes de Desarrollo que “se aplicará a la Nación, las entidades territoriales y los organismos públicos de todo orden”; y recordemos que tanto el Resguardo indígena, asimilado a un municipio, es una Entidad Territorial, como que el Cabildo es una Entidad Pública.
|