Tejiendo el
monte
Cestería de los embera-chamí
Colección e investigación
del antropólogo Luis Guillermo Vasco Uribe
Montaje Fondo de Promoción de la Cultura
Introducción
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LOS EMBERA-CHAMÍ
Los embera-chamí hacen parte
de la nacionalidad indígena embera; se trata de
unas 15.000 personas ampliamente extendidas en varios departamentos
a causa de su intensa movilidad. Sus principales núcleos
de población están en el alto río
San Juan, en Risaralda, que constituye su centro de dispersión,
y en el río Garrapatas, Valle del Cauca.
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Su hábitat característico lo
son las vertientes húmedas occidentales de la Cordillera
Occidental, originalmente cubiertas por la selva tropical sobre
la cual desarrollaron un profundo conocimiento, y hoy sometidas
a un intenso proceso de deforestación.
Hoy están organizados en resguardos
bajo la autoridad de cabildos designados por ellos mismos
y se han hecho cargo del antiguo internado misionero. En
sus territorios se enfrentan en la actualidad los diferentes
actores armados que combaten en el país. |
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Si bien la caza, la pesca y la recolección
tuvieron un peso importante en el mantenimiento de los embera-chamí,
poco a poco éstos se han ido haciendo casi exclusivamente
agricultores, en muchos casos de productos para el mercado, como
café, cacao, caña de azúcar y, en algunos
momentos y lugares, coca. Sin embargo, el maíz y el plátano
han tenido durante mucho tiempo un peso considerable en su economía,
en especial el primero de ellos, que ha incidido en el conjunto
de su vida y su cultura, hasta el punto de podérselos definir
como bembera, gente de maíz.
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Dos elementos de la producción cultural
embera-chamí, la cerámica y la cestería,
están vinculados estrechamente con la producción
del maíz y su transformación en diversos alimentos,
como la harina y la chicha; ésta última constituye
el vehículo a través del cual los embera “beben” su
esencia y, está presente en las actividades del jaibaná,
el sabio propio, eje de la producción y reproducción
de su sociedad. |
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