Se trata de canastos grandes y fuertes cuya base es un tejido
cuadrilateral, cruzado con un refuerzo, y con cuerpo hecho
en técnica mimbre. En el Chamí se hacen casi
siempre con sinsu y, unos pocos con bodre negro.
La base es rectangular, tirando a cuadrada, y la boca circular y mucho más
grande que la base, dando la impresión de un tronco de cono invertido.
El borde o boca está reforzado con un núcleo, un “corazón” dicen
los indios, grueso, generalmente de kisa, sobre el cual se envuelven los extremos
superiores de los soportes.
Se usa para cargar maíz y plátano desde la sementera hasta el tambo,
o para traer leña (como puede verse en la foto), o almacenar café o
cacao o maíz desgranado. En los viajes, todos los utensilios, y hasta
los niños, se cargan en ellos. En donde el agua está lejos de las
casas, se carga en ellos en tarros de guadua o bidones plásticos.
Se llevan en la espalda, colgados de la frente por medio de una guasca de dulce
o hauchira. Los hombres han comenzado a cargarlos con la guasca sostenida de
los hombros.
Se los “dibuja” mediante una variante del tejido mimbre, en la cual
la tira horizontal no pasa por encima de un soporte y por debajo del siguiente,
sino por encima y por debajo de cada dos soportes; como el número de ellos
es siempre impar, la línea resultante se va desplazando en forma diagonal.
Las Iíneas que van por encima resaltan al recibir mucha luz, las que van
por debajo se pierden al quedar en sombra.
Los motivos o dibujos que aparecen en los e son más o menos visibles o
no pueden verse según la intensidad y la dirección de la luz que
el canasto recibe.
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