CHOKÓ.
Son cerámicas consideradas uera
o femeninas, con el diámetro máximo más
abajo de su punto medio de altura, con la “barriguita”
muy protuberante y redondeada. Unos pocos son más rectos
y se consideran masculinos, mukira. Se elaboran
por enrollado o espiral y tienen decoración antropomorfa,
usualmente femenina.
Los embera-chamí consideran que “la figura de
los chokó es la de los antiguos”, “porque
son ellos quienes hacen la chicha”. Se trata de los
seres primordiales, los habitantes del mundo de abajo, que
constituyen la esencia original del ser hombres.
La chicha de maíz tiene un papel fundamental en la
reproducción de los chamí como tales, como hombres.
Los seres subterráneos la fermentan, la hacen y la
entregan a los hombres de hoy, a los hombres cotidianos y,
a través de ella, éstos beben, se nutren de
la esencia de ser hombres,
La humanidad de los embera proviene del maíz en su
forma de chicha. Son, entonces, hombres de maíz, hechos
del maíz. De ahí que los chokó, en donde
se elabora la chicha, se adornen con coronas de plumas y collares
y aretes de plata para las grandes fiestas.
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