Además de los e,
otros canastos, los jabara, están muy
ligados con el maíz, en este caso con su transformación
en harina, uno de los alimentos preferidos por los embera-chamí.
Para prepararla, las mujeres realizan un proceso que comprende
varias etapas.
Primero, asolean, be pisiadekubui, los granos
de maíz hasta que se resquebrajan por el calor. Cuando
esto ocurre, los granos crujen y la gente dice que están
gritando.
Luego los tuestan, bebai, dentro de un cántaro
u colocado sobre el fogón de leña, agitándolos
permanentemente con un revolvedor tejido con amero de maíz
para que no se quemen.
Al cabo de un tiempo, los granos se revientan, convirtiéndose
en rositas de maíz, en crispetas, bekara.
Finalmente, las calientan todas en el u y las
muelen, pobai, en una piedra de moler hasta
convertirlas en harina.
Durante todo el proceso, el maíz se guarda en jabaras,
y en ellos (tapados con hoja de biao o con
totumas), se almacena la harina hasta el momento de su consumo,
el cual se realiza en forma de bebida, mezclando la harina con
agua y con el zumo un tanto amargoso de las hojas de un árbol,
el bequé. |